tag:blogger.com,1999:blog-42946066464966614442024-02-21T02:43:30.705+05:00Stalingrado: Sangre y VodkaStalingrado: Sangre y Vodka, es un relato de horror histórico ambientado en la batalla de Stalingrado durante la segunda guerra mundial, frente ruso, años 1942-1943Unknownnoreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-4294606646496661444.post-31141400806666826722012-04-20T16:00:00.001+06:002012-04-23T04:31:30.178+06:00Voluntarios<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">La columna de camiones se
detuvo frente a un vetusto bloque de edificios. Era una construcción de
ladrillo blanco de reciente edificación, donde vivian las familias obreras de
la maquinaria industrial de Stalingrado. Aquel barrio estaba en la zona norte
de la ciudad, y era uno de los arrabales de las grandes factorías, que antes de
la guerra habían trabajado para el plan quinquenal de la economía. Los obreros
de aquel alojamiento de trabajadores habían pasado de fabricar tractores para
el extenso mundo agrícola soviético, a fabricar carros de combate T-34. Y como
tal, eran parte de una maquinaria de guerra bien engrasada que producía carros blindados a buen ritmo.
Lo que fuera para detener al invasor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Aquella mañana destemplada de finales de agosto, un camión
antiguo y desvencijado (seguido de varios más) se paro delante del bloque de
viviendas de los obreros. Hacia un par de horas que los trabajadores estaban ya
en las fabricas. Varios hombres descendieron del cajón de carga del vehículo. Aunque
vestidos de paisano, con sus trajes de domingo, portaban fusiles Mosin Nagant y
brazaletes rojos con la hoz y el martillo. Eran milicianos, armados
apresuradamente, y con apenas instrucción, que se habían presentado voluntarios
para la defensa de su ciudad. De la cabina descendió un chico algo más joven
que los milicianos. En la solapa de su chaqueta portaba una insignia de una
bandera roja con la efigie de Lenin. Sus gafas redondas de alambre y la libreta
que portaba le delataban como alguien culto, de letras. Un estudiante. Era
miembro del Komsomol, las juventudes del partido. Y posiblemente le habían encargado
el liderazgo de aquel pequeño grupo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Fue reuniendo a los
milicianos en grupos de a dos, y les dio a cada uno un nombre y una dirección.
Luego se subió a la plataforma del camión, donde había un gran número de palas,
picos, y otros utensilios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">-Camaradas. El soviet de
Stalingrado ha decretado que toda persona desocupada debe colaborar en la fortificación
de la ciudad. Tenéis un nombre y una dirección. Traed aquí a los camaradas del
pueblo para que todos juntos trabajemos para impedir que el invasor fascista
ponga un pie en nuestra amada ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Un murmullo de aprobaciones
desbando a los milicianos que fueron dispersándose por el barrio, entrando en
distintos edificios. Mientras tanto el estudiante aprovecho pare encenderse un
pitillo sentado en la caja de madera del camión. Miro las herramientas, y pensó
en el duro esfuerzo de sus camaradas conciudadanos. Estaban construyendo
trincheras y obstáculos antitanque a pasos forzados en las afueras de Stalingrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Irina vestía rápidamente a
su hija Natasha mientras escuchaba a los milicianos ir llamando puerta por
puerta. Irina era una mujer hermosa pero desgastada por las penurias de la
vida. Rondaría los 30 años, y era de una belleza preternatural, cuasi perfecta.
Era alta, de piel color aceituna, ojos almendrados y larga melena morena
rizada, que conservaba como parte de su herencia cultural. Irina era gitana.
Bueno, medio gitana. Y estaba casada con un buen hombre, obrero en la fábrica
de tractores Octubre Rojo, que cuidaba de ella y de su hija en común como
reinas sobre la tierra.</span><br />
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"></span><br />
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">La pequeña Natasha había heredado
la belleza de su madre, pero con un tono de piel algo más claro. Su madre le ajusto el vestido, y le anudo
bajo la barbilla un pañuelo estampado, para protegerla tanto del sol como de las gotas de las intermitentes tormentas de finales de verano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Cuando llamaron a la puerta,
Irina miro por un momento el pequeño salón comedor, de aquel humilde hogar
obrero. Era mucho mejor que una cabaña de madera en la estepa, y estaba
contenta con ello. Pero era pequeño, y algo frio en invierno. Estaba todo en
orden, y la mujer se dirigió a abrir la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">-Estamos listas- dijo a los
milicianos. Salio uniendose a ellos, y cerro la puerta con llave.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Bajaron las escaleras y
poco a poco se fueron uniendo a los diferentes grupos de gente que como un rio
fluyeron por las escaleras, por los descansillos, por los portales, para llegar a la calle
formando una marea. Se arremolinaron alrededor de los camiones, y poco a poco
todos fueron subiendo. Eran sumisos y
obedientes. Eran conscientes de que iban a trabajar por el bien y la seguridad
de todos. Allí había abuelos jubilados, y amas de casa con sus hijos. Y todos
estaban concienciados de que su trabajo ayudaría en la defensa de Stalingrado. Les
esperaba un día de duro trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Poco a poco subieron en las
cajas de los camiones, ayudándose los unos a los otros. Había pocos niños
pequeños, en edad de no ser aun escolarizados, e Irina esperaba, que como los
otros días, se formara un grupo para cuidar de los pequeños, mientras sus
familiares trabajaban cavando. Esperaba que le tocara estar al cuidado de los
niños, no solo por librarse del pesado trabajo, si no por estar con su hija,
por que como toda madre la adoraba, pero porque además, ella sabía que su hija
era especial. No era como los otros niños.<o:p></o:p></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0Sborochnaya ulitsa, 18, Volgogrado, Óblast de Volgogrado, Rusia48.812289858662552 44.55368041992187548.728690858662553 44.395751919921878 48.895888858662552 44.711608919921872tag:blogger.com,1999:blog-4294606646496661444.post-30860876013946071792012-02-29T01:11:00.001+06:002012-03-16T04:53:43.655+06:00Un convoy en la estepa<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Finales de Agosto de 1942, Estepa
Rusa, algún lugar al oeste de Stalingrado, entre los ríos Don y Volga</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La columna de vehículos
convencionales y blindados avanzaba lenta pero inexorablemente por el desierto
de la estepa rusa. Con la ausencia de todo camino asfaltado, la marcha se hacia
lenta y renqueante. Los vehículos levantaban una densa humareda que junto con
el sudor, hacia que los hombres tuvieran una capa de suciedad y desaliño que no
les restaba un ápice de moral. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Había allí camiones Opel blizt,
pequeños Kubelwagen, vehículos semioruga artillados, y blindados Panzer. Era la
implacable maquina de guerra germana sobre ruedas, que como un lento gusano de
carcoma, se adentraba en lo más profundo del tronco de Rusia. Sin embargo también
había en la comitiva, vehículos más peculiares como algún esporádico y vistoso Citroën
Avant, sin duda capturado en Francia tras la rendición al Reich de los galos. Y
por doquier, tiros de caballería arrastraban piezas de artillería que pronto harían
rugir sus entrañas vomitando obuses y fuego. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De vez en cuando avistaban a lo
lejos una pequeña granja o alguna aldea. Los oficiales daban la orden y un
pequeño grupo se separaba de la comitiva para solo regresar una vez habían
destruido el conjunto de edificaciones. Con los civiles muertos, sin nadie para
apagar los incendios, el hogar rural de los campesinos rusos ardía hasta los
cimientos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La comitiva no se detenía por
nada. Sus órdenes eran avanzar, avanzar y avanzar. Moscú tenía que caer antes
de navidad. Y con el final del verano ya cerca, la impaciencia del Fuhrer se
traducía en órdenes más exigentes y directas a sus ejércitos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La bandera con la Svástica ondeaba
orgullosa al paso de los alemanes que como langostas quemaban y destruían todo
a su paso, a la par que conquistaban, el terreno que quedaba a sus espaldas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Escondidos entre la multitud de
la caravana de vehículos militares
estaban tres camiones con distintivos de pertenencia a una unidad fuera de lo
habitual. Llevaban sobre su lona pintada una cruz roja, lo que los
identificaba (en teoría) como ambulancias o trasportes de material medico. Pero a diferencia de otras ambulacias, estos vehículos estaban sometidos a una férrea guardia. En
las puertas en negro sobre gris además de la eisenkreuz, se podía leer la
leyenda “Totenbrigaden”. Y de forma ciertamente oscura y desalentadora, en este
lema se hallaba dibujada una calavera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Junto al conductor de cada camión
Opel viajaba un soldado, y en la plataforma de carga, había dos soldados más.
Todos tenían instrucciones de no dejar acceder a los cajones de la carga de los vehículos más
que a las personas autorizadas. Los soldados estaban alerta, pues habían sido
escogidos entre los más disciplinados de su unidad para proteger la carga de
aquellos camiones. Tras ellos, había cientos de cajones de madera con la misma
marca que rezaba en la puerta de los vehículos, “Totenbrigaden”, y por supuesto
el águila y la esvástica. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los soldados no sabían que
contenían aquellas cajas, pero suponían que se trataba de alguna clase de
medicamento. Lo sospechaban, por que, con los baches más profundos de la estepa
rusa sin asfaltar y sin caminos, escuchaban tintineos de cristal contra
cristal.<br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin duda, lo que había en las
cajas eran ampollas de alguna clase de medicamento especial. Tan especial como
para requerir vigilancia dedicada de los soldados mas fanáticos. Ellos eran totalmente ignorantes de que se habían
convertido en los heraldos de la muerte que, cual jinetes del Apocalipsis,
desatarían una devastación sin igual sobre Rusia, y sobre el mundo.</div>Unknownnoreply@blogger.com0Kalacheevskiy, Óblast de Vorónezh, Rusia50.401515322782359 41.04492187545.182737822782357 30.937499875 55.620292822782361 51.152343875tag:blogger.com,1999:blog-4294606646496661444.post-406631753197180892012-02-17T05:51:00.000+06:002012-02-17T17:09:08.032+06:00PROLOGO<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Algún lugar de oriente medio. Años treinta.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sonó un disparo de pistola Luger.
El aventurero y arqueólogo yanki cayo fulminado sobre el suelo de piedra. De sus
manos cayo la ansiada copa que rodó por el suelo con un suave tintineo. El alto
y apuesto oficial alemán se acerco al cadáver, que aparto de una leve patada. Toda
su atención se centro en la copa de oscuro metal. La cogio delicadamente entre
sus manos y la observo detenidamente. Ignoro totalmente el mar de cadáveres que
le rodeaba, pues habían tenido que luchar para llegar hasta allí. Media expedición
había muerto para conseguir la copa, el Santo Grial. Y por fin lo habían
conseguido. El Fuhrer estaría complacido, y los caídos de aquella fuerza
expedicionaria del Reich serían héroes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El oficial contemplo por un
ultimo momento mas la copa, y observo como la cavidad de esta se hallaba
sellada por alguna especie de tapa. Intento removerla pero no pudo. Voces y
llantos a su espalda le distrajeron de aquella extraña cuestión. Los
prisioneros, aquellos que habían intentado evitar que los nazis consiguieran el
Grial, se quejaban y maldecían. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Envolvió el Grial en un delicado
paño de seda y luego lo introdujo en una cartera de piel que llevaba colgada. Sin
inmutarse, levanto la voz y ordeno sin duda:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-Matadlos. Volvemos a Berlín.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los soldados soltaron a los
prisioneros, y varios infantes de la Wehrmacht, con uniformes de verano como los que
años después vestiría el África Korps, quitaron los seguros de sus rifles
Kar98. Amartillaron los cerrojos de las armas, y los tres prisioneros fueron
fusilados con sordos disparos que rebotaron por las cuevas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quedaron los cadáveres tendidos
en la fría losa de mármol sin labrar que servia de suelo de la estancia que había
sido el hogar del santo Grial durante tantos años. Muertos quedaron allí el guía
árabe de la expedición, el experto medievalista ingles, el director del museo
que albergo el códice del grial, y el intrépido aventurero americano.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando todos los landser alemanes habían abandonado la cueva horadada en
aquel perdido acantilado de oriente medio, mientras el oficial subía a su
vehiculo blindado calado de polvo del desierto hasta el ultimo recoveco, los
explosivos hicieron su trabajo. No quedo vestigio de que algún día hubiera
habido allí un refugio de la orden de los caballeros templarios, santos
guardianes del grial, ni de que la santa copa hubiera estado allí, jamás.</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlozv2YETHEUxIytX2f4WLjblglCMT7Go5CNmXMeaujuH9NU0x3yTVYZuceIOc5Yt1itC-_C13QtsZ1BHYTBtN6UVNFKS0-k5fFDn4ZWp98o2OwEBGKyDB16BVZOcY9TLEB_4kBuJRm0E/s1600/petra_general.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlozv2YETHEUxIytX2f4WLjblglCMT7Go5CNmXMeaujuH9NU0x3yTVYZuceIOc5Yt1itC-_C13QtsZ1BHYTBtN6UVNFKS0-k5fFDn4ZWp98o2OwEBGKyDB16BVZOcY9TLEB_4kBuJRm0E/s320/petra_general.jpg" width="320" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com135, Jordania30.328878 35.44258126.8225975 30.388869999999997 33.8351585 40.496292